Marshall McLuhan (1911-1980)
Estudió Literatura Inglesa en la Universidad de Matinoba y se doctoró a los 31 años en la de Cambridge con una tesis acerca de la retórica en la obra del escritor inglés Thomas Nashe (1567–1600), que sobresale por la riqueza y rigor del análisis. Inició la docencia en la Universidad de Wisconsin, que orientó posteriormente hacia centros católicos, religión a la que se convirtió en 1937, como los jesuitas de St. Louis, donde conoció a Walter J. Ong, y el Assumption College de Windsor (Ontario). En 1951 escribió The mechanical bride. Folklore of industrial men, el texto que le da a conocer como un autor sugerente, ilustrado y crítico, y en el que se acerca a los mecanismos de formación y expresión de la cultura popular. Un año más tarde, en 1952, obtiene una cátedra en el St. Michael’s College (Universidad de Toronto), donde permanecerá hasta 1979. En Toronto, trabajó cerca de Harold Innis, que ejerció una influencia significativa en sus formulaciones teóricas, especialmente con su obra Imperio y comunicación. En este período escribe The Gutenberg Galaxy. The making of typographic man (1962), su obra más difundida, con claras influencias de Harold Innis, donde relaciona sus principales aportes teóricos y expone la visión determinista de las extensiones tecnológicas de los medios. En esta obra, referida fundamentalmente a la cultura tipográfica, se advierten la relación entre la implantación de las nuevas formas tecnológicas de comunicación y el conocimiento y la organización social. Dos años después publica Understanding Media: The Extensions of Man (1964), donde recoge la idea descriptiva sugerida por 'el medio es el mensaje' y recoge su clasificación de los medios en 'fríos' y 'calientes', en función de la densidad del flujo transmitido y la participación de las audiencias.Presidente del Seminario en Cultura y Comunicación de la Fundación Ford (1953-1955). Coeditor con Edmund Carpenter de la revista Explorations in Communication (1954-1959), publicada bajo los auspicios de la Fundación Ford. Director del Proyecto Understanding New Media para la National Association of Educational Broadcasters de los Estados Unidos (1959-1960). Miembro de la Royal Society de Canadá (1964). Consultor de la Comisión Pontificia de Comunicación Social (1973). Doctor ‘honoris causa’ por nueve universidades norteamericanas. Falleció en Toronto en 1980.Entre las obras traducidas a las lenguas española y portuguesa: O Meio São as Massagens (con Quentin Fiore), Record, Rio de Janeiro, 1969; Guerra y paz en la aldea global, Martínez Roca, Barcelona, 1971; A galáxia de Gutemberg, Edusp, São Paulo, 1972; La aldea global (con B. R. Powers), Gedisa, Barcelona. 1991; Comprender los medios de comunicación: las extensiones del ser humano, Paidós, Barcelona, 1995; El medio es el masaje. Un inventario de efectos (con Quentin Fiore), Paidós, Barcelona, 1995; La galaxia Gutenberg, Aguilar, Madrid, 1969 (Círculo de Lectores, Barcelona, 1998).
EL PENSAMIENTO
Considerado como un visionario y profeta de la comunicación del siglo XX, cuya gran proyección pública contribuyó a la divulgación de la reflexión sobre los medios como fenómeno central de la modernidad. Sus reflexiones e intuiciones, sus provocaciones y extravagancias intelectuales estimularon el debate académico y sacaron al espacio público la importancia adquirida por las nuevas extensiones tecnológicas de la comunicación y de los medios. Muchas de sus obras se convirtieron en ‘best-sellers’, como El medio es el masaje, La Galaxia Gutenberg, Guerra y paz en la aldea global, Comprender los medios de comunicación, La aldea global, etc. El pensamiento de McLuhan, desconsiderado o combatido desde diversas posiciones académicas, resiste el paso del tiempo y anticipa muchas de las claves que enunciaron y describieron, décadas después, la sociedad de la información. Su análisis de los usos y aplicaciones de la tecnología y su impacto sobre los modelos y hábitos sociales se ha mantenido a través de una estela de neo-mcluhianos, entre los que cabe destacar a Derrick De Kerckhove. En el pensamiento de McLuhan se ven rastros de numerosos pensadores y teóricos como Sapir, Leavis, Innis, Havelock, etc., que supo proyectar a través de síntesis sugerentes, propuestas atrevidas y una presencia mediática continuada que no orilló publicaciones como Play Boy. Sus posiciones teóricas se incluyen dentro de la corriente general del determinismo tecnológico. Las tecnologías aparecen como extensiones ortopédicas, potenciadoras del sistema sensorial biológico, pero, a la vez, como elementos determinantes de la comunicación. Los medios audiovisuales representan la expresión envolvente de la comunicación sensorial plena, resultante tecnológica que supera el espacio restrictivo y convencional de la cultura escrita; una línea de recuperación del estadio de oralidad prealfabética, de superación progresiva de las particiones individualistas, de acercamiento neotribal al estadio global de la comunicación... De fuertes convicciones religiosas (véase Eric McLuhan y Jacek Szklarek, The Medium and the light: Marshall McLuhan's Reflections on Religion, Stoddart, Toronto, 1999), su concepto de aldea global, la nueva sociedad tribal planetaria que propende a la comunicación-comunión -"la extensión tecnológica de nuestra conciencia"- como función natural y distintiva del ser humano, tiene una clara influencia del jesuita francés Teilhard de Chardin. Otro jesuita, Walter Ong, teórico de la cultura y la comunicación oral, con quien mantuvo una relación muy cercana, aparece también en el horizonte del pensamiento de McLuhan.
horeisho
4 comentarios:
El pensamiento de Mc Luhan ha sido uno de los más influyentes y controvertidos de la era de la información. Algunas de sus predicciones se apegan a la era global que vivimos hoy y otras se han alejado en el sentido de afirmar que todos tendríamos acceso a la información dentro de la Aldea Global, sin embargo, cada día es más difícil para ciertas clases socieles tener acceso a la tecnología. Quizá en la clase media no sea tan evidente, pero en las bajas hay gente que no cuenta con computadoras ni mucho menos acceso a la red.
McLuhan habla de los medios calientes y friso de comunicación y se suponía flujos de comunicación unidireccionales, en que, como en cualquier aldea, todos podían hablar con todos. Eso no ocurrió así. Actualmente, a cuarenta años de la famosa idea de McLuhan, uno de los profetas de la comunicación de masas, asistimos a la monodireccionalidad que impone el Norte frente al Sur. Somos parte de un mundo en que se impone una monocultura que funciona en base a intereses mercantiles, antes que políticos o sociales, cuantitativos antes que cualitativos, y en la que parecen no tener cabida los elementos que pudieran desarrollarse por fuera de la lógica de mercado.
Como que si se te da, eres tecnofílico. Muy monón tu foto-blog.
Tu información es extensa, tal vez podrías seleccionarla un poco más.
bien echo mano vas por buen camino cuidese y que estes chido bye
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